A todos nos ha pasado alguna vez: estás tan tranquilamente en casa y, de repente, te quedas a oscuras. ¡Un apagón! Tras el sobresalto inicial, el primer impulso es coger el móvil y usarlo de linterna para poder moverte sin tropezar con nada. Y, con la cara iluminada por la fulgurante luz del dispositivo, como si fueras una aparición, te diriges hasta la puerta de la vivienda para comprobar si solo te afecta a ti o también a tus vecinos.
Si te has reconocido en esta situación, sigue leyendo. En este artículo, queremos “iluminarte” sobre por qué y cuándo puede ocurrir, dónde llamar y qué hacer cuando se va la luz
# Se ha ido la luz: ¿cuál es el motivo?
Las causas que provocan los apagones pueden ser domésticas o generales. En el primer caso, nos referimos a la falta de suministro que afecta a una vivienda en concreto y que se debe a un problema de una instalación determinada. En el caso de que el apagón sea más grande y aqueje a uno o varios edificios, uno o más barrios o incluso sea mayor la extensión, hablaremos de un apagón generalizado, producido por alguna causa que debe resolver la distribuidora. En cada una de las ocasiones, existen varios motivos que pueden dejarnos sin luz.
# Motivos domésticos
Son varias las causas que causan un apagón en tu hogar, desde demasiados aparatos conectados a la vez hasta una tormenta. Te los explicamos.
- Mal estado del cuadro eléctrico. Si te ocurre frecuentemente, deberás acudir a un electricista autorizado que compruebe y asegure el mantenimiento de la instalación. En ocasiones, es el propio Interruptor de Control de Potencia (ICP) el que está defectuoso y hay que instalar uno nuevo.
- Falta de potencia eléctrica. Si sueles poner en marcha varios electrodomésticos a la vez, es posible que la potencia que tienes contratada no sea suficiente. Haz la prueba, cuando “salten los plomos” desenchufa el último aparato utilizado y sube los magnetotérmicos. Si ahora no se va la luz significa que demandas más potencia de la que tienes.
- Algún cable deteriorado en un aparato es un riesgo para la instalación que puede hacer saltar el diferencial.
- Una tormenta con mucho aparato eléctrico también puede ser un riesgo. Lo más recomendable es desenchufar todos los aparatos mientras dure la inestabilidad.
# Motivos atribuibles a la distribuidora
Las causas por las que se pierde el suministro en una zona determinada, más o menos extensa, pueden ser muy variadas.
- Fallos en una central o subestación eléctrica.
- Daños, accidentales o intencionados, en algún punto del sistema de transporte o distribución.
- Caídas de árboles u objetos en el tendido eléctrico.
- Sobrecarga de la red por tormenta eléctrica.
- Excesiva demanda de consumo eléctrico.
# ¿Qué hacer si se va la luz?
Sea cual sea la causa por la que no tienes luz, lo primero que debes hacer es comprobar si solo te afecta a ti, y, por lo tanto, es una avería de tu instalación, o si bien el apagón afecta a más inmuebles.
Mira por la ventana o sal a la calle para comprobar si el resto de viviendas tienen suministro eléctrico. Si solo falta luz en tu vivienda, dirígete al cuadro eléctrico y comprueba que todos los interruptores están alzados. Baja el interruptor central y espera unos segundos. Sube todos los interruptores. Si sigue sin haber luz o vuelve a irse de nuevo, deberás contactar con un electricista autorizado para solucionar el problema.
Si el apagón afecta a más viviendas, lo más lógico es que se trate de una avería en la red eléctrica. La responsabilidad recae entonces en la compañía distribuidora de la zona. Las empresas distribuidoras son las encargadas del uso y funcionamiento de las redes eléctricas a media y baja tensión y, entre otras funciones, deben ocuparse de resolver las incidencias y las averías de las redes.
Recuerda que los peajes de acceso, incluidos en el importe de tu factura de electricidad, son cargos fijados por el gobierno que van a parar a las distribuidoras para garantizar el mantenimiento de las redes y la calidad del suministro eléctrico.
En este caso, te recomendamos esperar unos minutos para ver si retorna el suministro. Si no es así, debes llamar al teléfono de averías que consta en tu factura para que te informen de lo que ha pasado y la previsión de tiempo para la recuperación del suministro eléctrico.
# Si has sufrido daños debido al apagón tienes derecho a una indemnización
Si, debido al apagón, algún electrodoméstico ha sufrido daños, se te han estropeado alimentos al romper la cadena de frío o incluso si la falta de luz o de calefacción te han obligado a abandonar la vivienda, tienes derecho a reclamar una indemnización.
Recuerda que cualquier interrupción del suministro eléctrico que no esté programada y supere los tres minutos de duración tiene consideración de imprevista y abre la puerta a solicitar un resarcimiento.
Es recomendable hacer fotografías de los daños sufridos y aportar cualquier prueba que atestigüe el valor de los bienes dañados. Revisa también la póliza de seguros de tu hogar y comprueba si cubre los daños y perjuicios producidos por fallos eléctricos. Si no es así, deberás reclamar directamente a la compañía distribuidora.
Aunque, afortunadamente, los apagones son infrecuentes, no está de más tener a mano el teléfono de averías y una buena linterna con las pilas cargadas.