¿Cómo ahorrar en la factura de la luz? Te contamos todos los trucos y consejos

Ahorrar en la factura de la luz de tu casa es fácil, si sabes cómo. Hay muchos gestos de tu día a día que puedes cambiar para hacer un uso optimizado de la energía que consumes, pero también puedes ponerte manos a la obra y, con algunas simples gestiones, ver cómo tu factura de luz se reduce. ¡Vamos allá!

# Revisa la potencia que tienes contratada

En post anteriores, te hemos hablado de la importancia de tener una potencia eléctrica contratada que se ajuste a tus necesidades de consumo.

Para ahorrar en este aspecto, debes comprobar qué potencia tienes contratada y hacer un cálculo del consumo real de kW de tus electrodomésticos. La suma de todos ellos te dará como resultado la potencia justa que debes contratar. Para saber qué potencia tienes, solo debes mirarlo en tus facturas.

Una pista es recordar si alguna vez han saltado los plomos en tu casa. Si puedes asegurar que no, ni siquiera en momentos de máximo rendimiento eléctrico, es muy probable que tengas una potencia eléctrica contratada superior a la que necesitas.

En tal caso, el coste fijo conocido como Término de Potencia en tus facturas de la luz te está saliendo más caro de lo que debería, y ni siquiera llegas a consumir todo lo que te permite tu potencia.

# Contrata una tarifa con discriminación horaria

Las tarifas con discriminación horaria ofrecen precios de la luz variables según la hora del día. Por lo tanto, hay franjas horarias en las que poner una lavadora o encender el horno te saldrá más barato que si lo haces en otro momento.

Si no tienes una tarifa con discriminación horaria y quieres ahorrar en tus facturas de la luz, te recomendamos que estudies qué te puede ofrecer tu comercializadora o incluso que te plantees un cambio de compañía eléctrica.

En caso de tener contratada una tarifa con discriminación horaria, infórmate muy bien de las franjas horarias y planifica tu consumo eléctrico en base a ellas.

# Optimiza tu consumo para ahorrar luz

Además de hacer estas comprobaciones respecto a la potencia eléctrica contratada y las tarifas con discriminación horaria, hay muchas otras cosas que puedes hacer para ahorrar energía. A continuación, tienes algunos ejemplos:

  • Pásate a los electrodomésticos de alta eficiencia energética. ¿Cuántos años tiene tu lavadora? ¿Y tu frigorífico? Sabemos que los electrodomésticos nuevos y modernos del mercado pueden ser algo caros, pero te ayudan a ahorrar una gran cantidad de energía que vas a notar en las facturas de la luz.
  • Utiliza bombillas de bajo consumo. Si hace años que no cambias bombillas, es momento de repasar la iluminación de tu casa. Fíjate si tienes más de una lámpara cubriendo el mismo espacio, aprovecha la luz natural poniendo espejos y no dejes luces encendidas.
  • Haz un uso inteligente de la calefacción y el aire acondicionado. Los termostatos inteligentes pueden ayudarte mucho a ahorrar luz en casa. También puedes plantearte pasarte a una calefacción por gas.
  • Mejora el aislamiento de tu casa. Relacionado con el punto anterior, cuanto más aisladas estén las puertas y ventanas de tu casa, menos vas a gastar en calefacción y aire acondicionado.
  • Vigila el stand-by de los aparatos enchufados. Es muy fácil olvidarte de apagar por completo algunos aparatos electrónicos, como televisores y consolas. Si te los dejas encendidos durante las horas que no los utilizas, puedes utilizar enchufes inteligentes que cortan la electricidad a ciertas horas programables.

Del mismo modo que cerrar el grifo mientras te cepillas los dientes es una manera de ahorrar agua, existen gestos de nuestra vida cotidiana que podemos mejorar para hacer un uso energético responsable y, de paso, ahorrar en las facturas de la luz.

# Cambia tus hábitos de consumo y apuesta por la eficiencia energética

Se trata de cambiar nuestros viejos hábitos de consumo y adaptarlos a los objetivos de eficiencia energética globales. Además de los consejos anteriores, ten en cuenta estos otros trucos, que también te ayudarán a ahorrar en tu día a día:

  • Aprovecha el calor residual de la vitrocerámica y opta por usar ollas a presión, ya que son mucho más rápidas.
  • Si cocinas en el horno, no lo abras constantemente. Piensa que cada vez que lo haces, se pierden 25 grados de temperatura dentro del horno, que tendrá que seguir consumiendo para mantener el calor.
  • Lo mismo con el frigorífico. Si cuando abres el frigorífico, lo dejas abierto 2 o 3 minutos mientras piensas qué vas a comer, le harás subir la temperatura y tendrá que consumir más para volver a bajarla. En vez de eso, puedes abrir el frigorífico para ver qué hay y cerrarlo mientras piensas qué cocinarás. También ten en cuenta que cuanto más lleno esté, mejor mantiene el frío, ya que los productos fríos ayudan a conservarlo. Si tienes el frigorífico muy vacío, puedes poner un bol con agua para ayudar a mantener la temperatura.
  • Elige los programas de la lavadora con consciencia. No gasta lo mismo un lavado rápido con agua a 30 grados que un lavado de una hora a 50. Otro gesto relacionado con la lavadora es encenderla cuando tengas una carga de ropa suficiente. Si pones una lavadora para un pantalón estarás haciendo un derroche innecesario de energía.
  • Haz lo mismo con el lavavajillas. Enciéndelo cuando esté cargado y utiliza los programas ECO, que te harán ahorrar hasta un 40 % de energía en cada uso.

¿Ya tienes claro todo lo que puedes hacer para ahorrar luz en casa? ¡Pues manos a la obra!